Una Hackathon sin premios... Pero que puede tener perdedores.
Hace unos días nos juntamos a platicar de forma muy casual con Karla Hernández y Diana Salazar de GeekGirls LATAM. Diana es la directora ejecutiva de este movimiento que trabaja por la inclusión de más mujeres en las áreas de tecnología y Karla es la fundadora del nodo aquí en El Salvador.
Ya que era la primera vez que Diana visitaba El Salvador nos pusimos a platicar un poco de sobre proyectos que estabamos impulsando como Hackerspace. Surgió, como no, el tema relacionado a la Hackathon para la Resiliencia Comunitaria.
Recuerdo bien que comenté a Diana que esta era una Hackathon diferente porque no había un premio para los participantes... Luego de lo cual, ella me corrigió, anotando claramente mi error ya que las hackathones no deberían tener por objetivo obtener un premio sino la causa detrás de la jornada de trabajo.
Vale decir, que la conversación con Diana me recordó las raices originales del Hackerspace San Salvador fundamentadas en los principios que gobiernan la ética hacker:
- Compartir el conocimiento
- Abrir la información
- Descentralizar las capacidades
- Acceso libre y sin restricciones a las computadoras
- Trabajar por un mundo mejor
Las verdaderas hackathones no son aquellas en que existe un jurado buscando la idea más genial para promover entre las demas, ni en las que hay un premio en efectivo, mentoring o incubación por ser el "mejor" del grupo.
Las verdaderas hackathones son aquellas en que los participantes se unen por una causa común y es un lugar donde pueden compartir sus conocimientos; abrir o mejorar el acceso a la información; descentralizar procesos y capacidades de la comunidad; y facilitar el acceso a herramientas y tecnología todo con el objetivo final de mejorar la sociedad.
En esta hackathon, sin embargo... ¡Sí que pueden haber
perdedores! Habran perdedores si nosotros como tecnólogos no somos capaces de convertir las 20 ideas propuestas en prototipos
funcionales durante esas 8 horas intensas de trabajo. Si no somos capaces de cumplir con la misión, las comunidades perderan entonces una gran oportunidad de
probar soluciones tecnológicas que les ayuden a mejorar su entorno, aunque sea un poquito.
Desde que presentamos la Hackathon para la Resiliencia Comunitaria hemos hablado de que esta hackathon es una hackathon diferente. Sin embargo, para ser sinceros, lo único que tiene de diferente es que estamos tratando de regresar al verdadero significado e ideales de una hackathon: Reunirnos para tratar de hacer algo, aunque sea un poquito, para mejorar la sociedad en que vivimos.
Te invito a participar presencial o virtualmente de esta Hackathon para la Resiliencia Comunitaria, ya que la única forma de lograr el objetivo será colaborar en vez de competir. ¡El trabajo es mucho y nos harán falta muchísimas manos!
¡Si aún no te has inscrito, este es el momento para tomar la decisión y unirte con nosotros a la hackathon este sábado 10!
Mario Gómez
Fundador del Hackerspace San Salvador.
Fotografías de jóvenes en comunidades vulnerables recibiendo capacitaciones para el establecimiento de los Laboratorios de Resiliencia Comunitarios.
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